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LA RED SOCIAL MÁS GRANDE, NO ESTÁ EN INTERNET

Se dice que la red social más grande, aunque no lo parezca es el bar. Según el anuncio publicitario que realizó la empresa Coca-Cola en el 2013 y de total actualidad ahora, se decía: nos gusta vernos, tocarnos, estar juntos... Y es en nuestros bares, el lugar donde siempre somos felices. Este anuncio confirma la importancia que tiene el aspecto social para el ser humano y la repercusión que tiene el sector de la hostelería en este aspecto. El futuro del sector de la hostelería, nunca como ahora, es en realidad su presente. Y estamos comprobando como en este presente, por desgracia, muchos de los establecimientos aún no se han dado cuenta de que deberán funcionar con nuevos hábitos, nuevas formas y sobre todo que van a tener nuevos tipos de comensales. 

La experiencia del cliente con el establecimiento empieza en el momento en que el comensal comienza a buscar el restaurante desde su móvil. Los establecimientos dinámicos, vivos, innovadores y atrevidos que ofrecen un valor diferencial son los que actualmente atraen a los clientes, no tan solo por la experiencia que supone el acto de ir al bar o al restaurante con los amigos, sino también por el hecho de que al consumidor actual ya no le importa tanto el producto, sino que lo que está empezando a valorar más es el hecho de poder disfrutar -a parte de la consumición- de una particular y personal “Experiencia”. 

Las redes sociales suponen para la hostelería un gran reto, pero también una gran oportunidad. Cada vez más, los clientes comparten sus momentos de ocio gastronómico en sus redes sociales, escriben opiniones contando qué tal fue su experiencia, buscan en Google dónde celebrar una cena de empresa o reservan en función de las valoraciones de otros clientes. Todas estas consideraciones implican que, en estos momentos, cualquier establecimiento debe apoyar gran parte de su estrategia comercial en las redes sociales sin olvidar que, para ello, la gestión y las herramientas que utilice deben ser profesionales, específicas y permitir seguir al establecimiento una estrategia comercial clara y bien definida. De lo contrario, el establecimiento puede sufrir el efecto Bumerang y todo puede volverse en su contra, ya que actualmente hace más daño una fotografía en Instagram de un plato mal presentado o una respuesta a una opinión negativa que un comentario entre un núcleo reducido de personas o amigos. La integración entre la parte online y offline del comercio es una tendencia que está resultando ser decisiva para cualquier tipo de negocio. Actualmente, cualquier bar o restaurante, por pequeño que sea, necesita optimizar sus procesos, reducir costes, fidelizar sus clientes a la vez de ofrecer algún valor diferencial y sin duda, la mejor ayuda para ello es la combinación entre el uso de un buen software especializado en su sector más una buena gestión de la imagen del establecimiento presente en las redes sociales.

A los establecimientos que aplican el software de BDP, este les ayuda a conseguir un mejor retorno de la inversión realizada, son más efectivos y productivos en su trabajo, repercutiendo de forma directa en un aumento considerable de su rentabilidad. A la vez, los establecimientos que aplican una buena política comercial en las redes sociales consiguen más fácilmente dar a conocer el restaurante, despiertan el interés por el producto o la oferta gastronómica del local, facilitan el acceso a un nuevo canal de reservas, al tiempo que trasmiten de forma más fácil, directa y extensible valores diferenciales que muestran por qué el establecimiento es mejor opción que otros.